((El siguiente texto, es una investigación realizada en 2014, por desgracia no se pudo publicar en medios masivos o alternativos. Lo dejamos a tu disposición para que opines y abramos el debate sobre el tema.))
En abril de 2014 el Gobierno de Uruguay hizo declaraciones que confirmaban verse afectados enormemente en materia de economía, por la demanda interpuesta por la tabacalera Philip Morris (PMI) en una corte International
Por Vianney Negrete
La concentración de la riqueza de algunas trasnacionales como está tabacalera, tal pareciera no tener límites, cuando en 2014 por medio de una demanda se apelo directamente en el Centro Internacional del Arreglo de Diferencias sobre Inversiones (CIADI), - dependiente del Banco Mundial-, buscando darle revés a una ley que tiene como fin procurar la salud para una nación.
El presidente número 39 que tuvo Uruguay -2005-2010- el Dr. Tabaré Vázquez (oncólogo), en el último año de su mandato propuso una ley anti-tabaco, pero quizás nunca se imaginó que afectaría de tal forma a las tabacaleras y sus inversiones.
Ésta ambiciosa ley uruguaya, elogiada por distintas instituciones y ONG ’s en el mundo, es además pionera en América Latina; solicitaba en aquel año que el 80 por ciento de las cajetillas de tabaco llevaran mensajes de advertencia y que hubiera una presentación única de venta, lo cual devino en un impacto más profundo para PMI, pues significo el retiro del mercado de siete y después doce productos que comercializaba en Uruguay.
El 15 de abril de 2014, el gobierno de ese país reveló que el apoyo solicitado a la CIADI, por parte de PMI, podría costarle a su economía 2 mil millones de dólares, además del retroceso del 10 por ciento del consumo de tabaco en cinco años y del beneficio para más del 50 por ciento de la población.
El argumento central de esta demanda, es que Uruguay incumple el tratado de inversiones firmado en Suiza en 1988, lo cual representa –según los abogados de PMI– una violación de la propiedad intelectual; lo anterior fue aceptado en 2013 por la CIADI. En ese momento Uruguay buscó una salida contenciosa al solicitar apoyo al gobierno norteamericano, toda vez que cuentan con el respaldo de diversas organizaciones no gubernamentales que luchan contra el tabaco, del gobierno de Suiza y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Philip Morris Int.
Philip Morris, es una tabacalera estadunidense cuyos productos se venden en más de 180 países, entre ellos Tailandia, México, Canadá, Sudáfrica, Rusia, Colombia, Indonesia y Serbia, por mencionar algunos. En 2010 tuvo un boom con la participación en el mercado internacional de cigarrillos, es decir, fuera de los Estados Unidos, de un 16 por ciento esto sin contar a la República Popular China. Las tabacaleras como PMI, cuentan con una plantilla muy extensa, de entre 60 y 80 mil empleados provenientes de todos los rincones nuestro planeta las marcas que comercializa como Marlboro, es una de las marcas de cigarrillos más conocida en todo el mundo. Su catálogo va desde lo local a lo internacional o lo que ellos mismos llaman: “una gran diversidad para los fumadores adultos”. Su principal objetivo es pertenecer al sistema económico global y generar grandes beneficios para sus accionistas.
Sin duda, PMI ha apostado por una expansión geográfica y la inversión para la adquisición, en su historial se suma la compra de Rothmans Inc. de Canadá, así como inversiones en México y Pakistán, sin embargo, en algunos países han tenido que comunicar abiertamente sobre los riesgos para la salud de sus productos y de manera discrecional abogan por la regulación integral de los productos de tabaco en los países que así lo solicitan, como en Suiza.
En diciembre de 2001, PMI compró por mil 100 millones de dólares un 30 por ciento de participación adicional en el negocio de tabaco que comparte en México con el magnate mexicano Carlos Slim, quien es “socio activo” y consejero de la compañía. México es para Philip Morris un mercado importante y desde aquí administra sus negocios de Ecuador y Perú. También en 2001, inicia una demanda que duró casi tres años y que llevó a Yesmoke a ser la noticia principal de los periódicos y televisiones de todo el mundo, y que también hará que aumenten las ventas de su negocio suizo “online” a más de 6 millones de cartones al año. PMI busca que Yesmoke oculte a los consumidores americanos las páginas del negocio que ofrecen productos Philip Morris, ya que esos productos no están destinados al mercado americano.
En 2003 PMI cambio de nombre, en respuesta a una estrategia Grupo Altria, el mismo grupo que maneja Cerveceras Miller y la compañía mundial agroalimentaria Kraft Foods. Aunque la compañía conserva su símbolo bursátil neoyorquino ‘MO’.
Una investigación que tomó un año, conducida por el Consorcio Internacional de Periodistas Investigativos –una organización del Centro para la Integridad Pública de Washington, Estados Unidos– recogió documentos empresariales, registros judiciales e informes gubernamentales internos que demuestran que British American Tobacco, Philip Morris y R.J. Reynolds han coordinado redes de contrabando en algunos de estos países: Canadá, Colombia, China, el Sureste Asiático, Europa, el Medio Oriente, África y Estados Unidos, como parte esencial de su estrategia de mercado destinada a aumentar sus utilidades. La investigación –que además incluyó la revisión de miles de páginas de documentos gubernamentales y empresariales, docenas de entrevistas con funcionarios judiciales y de policía, contrabandistas y otras fuentes de diversas partes del mundo– reveló que funcionarios de estas tabacaleras, en algunos países, han trabajado de cerca con compañías e individuos conectados con el crimen organizado, este dato se puede leer en El lado oscuro, una investigación internacional que publica: SEMANA y que revela cómo multinacionales tabacaleras como PMI, están vinculadas al lucrativo negocio del contrabando de cigarrillos, para más información, pueden consultar la siguiente página: http://www.semana.com/nacion/articulo/el-lado-oscuro/45526-3
En mayo de 2011, PMI se formalizo la demanda a Uruguay por considerar que sus políticas antitabaco perjudican comercialmente a las tabacaleras. La multinacional, con sede en Lausanne, Suiza, llevó como ya decíamos su reclamo ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, asegurando que Uruguay viola un tratado de promoción y protección de inversiones que firmó en 1998. Esta fue la primera vez que una empresa tabacalera demanda a un Estado ante un foro internacional, frente a lo cual, ese mismo año, Philip Morris decidió cerrar su planta industrial dejando sin empleo a cerca de 62 trabajadores.
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